Entrevista a Cristina Grande en Estrella digit.


 Cristina Grande se adentra en el terreno de la novela con ‘Naturaleza Infiel’

 

La escritora aragonesa, calificada como una autora de culto para selectas minorías, es conocida por sus dos libros de relatos, ‘La novia parapente’ y ‘Dirección noche’

 

Cristina Grande (Lanaja, Huesca, 1962) se ‘enfrenta’ estos días a la promoción de su primera novela, Naturaleza Infiel (RBA), un hecho ante el que no se encuentra especialmente nerviosa, aunque reconoce que no le gustan las fotos, "es lo que peor llevo de todo", dice con tranquilidad en un encuentro con ESTRELLA DIGITAL. Colaboradora habitual de El Heraldo de Aragón , Grande cosechó excelentes críticas por sus dos libros de relatos, un terreno en el que se sentía muy cómoda hasta que le llegó la "presión mediática de la novela", porque, según comenta, "se piensa que el relato es como un aprendizaje, un proceso de rodaje hacia la novela, aunque para mí no lo es tanto". Poco dada a los planes de futuro, la autora aragonesa prefiere "dejarse llevar" por el camino que le marque esta obra y no se plantea -de momento- presentarse a grandes concursos literarios. La literatura no es una carrera, afirma tajante.

 

Esther Ginés

 

Antes de publicar Naturaleza Infiel había probado suerte en el terreno de los relatos, donde la crítica acogió sus obras con muchos elogios ¿Cómo fue su camino hacia la novela?

Yo había publicado estos dos libros, La novia parapente y Dirección Noche , en una pequeña editorial aragonesa, Xordica, que saca unas colecciones muy cuidadas y bonitas.

Es un editor de los de pequeña artesanía, aunque las obras se distribuyen por toda España, eso sí, con unas tiradas no muy grandes. Después del segundo libro llegó el salto al vacío...de la mano de RBA con esta Naturaleza Infiel.

¿Se sentía ‘presionada’ para publicar una novela?

Yo me encontraba cómoda en el campo de los relatos, pero desde el primer libro la gente me animaba a sacar una novela. Hay cierta presión mediática, porque se piensa que el relato es como un aprendizaje, un proceso de rodaje hacia la novela, aunque para mí no lo es tanto.

Yo creo que son dos formas diferentes de escribir, pero bueno, me puse a escribir la obra un poco por los lectores, por la presión editorial y también, cómo no, por un reto personal.

¿Cómo se ve uno en el medio de tanta crítica positiva? La sensación de vértigo suele ser inevitable...

Bueno, para mí es una grata sorpresa, porque hasta que uno no tiene un libro en la calle, por más que amigos y familiares le hayan dado el visto bueno, no pasa la prueba de fuego.

Los lectores, las ventas y las críticas son la clave. Por ahora, estoy tranquila porque las críticas las he recibido por las otras obras...Las de Naturaleza Infiel todavía van a tardar (risas).

Se la ha definido como una autora de culto entre selectas minorías

Más que nada, yo creo que es porque publiqué por primera vez con una editorial pequeña, Xordica, que ya de por sí es una editorial de culto. Sólo publica lo que al editor le gusta, sin tener en cuenta si puede triunfar o no comercialmente.

Yo creo que es por eso, y también porque se tiene la idea de que el relato corto es para minorías...Aunque yo opino que cada vez se lee más y se publica más. Así que lo de culto es relativo (risas).

¿Es difícil empezar desde cero para un autor? Sin premios, sin una carrera periodística que te respalde...

Por supuesto, los premios son una catapulta definitiva. Yo nunca he tenido premios, es decir, no me he presentado a ningún concurso, porque mis relatos siempre eran tan cortos que no cumplían las bases.

Mis libros no son para certámenes. El salir como de la nada es algo muy aleatorio, aunque no podría explicar el motivo, pero ¡ojalá que sea para bien!

¿Cambiará ahora su perspectiva a raíz de la publicación de la novela?

Supongo que sí, aunque mi ambición se centra en escribir mejor, más que en presentarme a concursos. Parecería la progresión lógica de un autor que empieza con buen pie, pero yo soy de la opinión de que la literatura es material muy sensible, no es una carrera tan medida.

Hay muchos factores que giran a tu alrededor, pero lo que puedo decir es que de momento no me lo planteo.

¿Existe un lector al que dirijas tu obra?

No se puede decir, la verdad es que no pienso en un lector en concreto cuando escribo. Uso un lenguaje muy accesible, cualquiera puede leerme, desde los chicos de instituto hasta mi abuela, que era lectora mía hasta que murió...

Hablo de sentimientos, de relaciones, de cosas cercanas y comunes a tanta gente.

Naturaleza Infiel retrata, a través de cortos capítulos, varios años de la vida de Renata narrados en primera persona. ¿Hay elementos autobiográficos en ella?

Sí, sí que los hay, aunque en conjunto hay más datos, hechos concretos...el personaje en sí se parece poco a mí al final. Me reconozco poco en Renata, es más desencantada, más pesimista...

Pero sí se parece en que intenta mantener el equilibrio en su vida, aunque sea precario y trata de salir adelante, de no caer. Yo tengo más suerte que Renata.

La muerte está muy presente en la obra

Así es, la muerte y, sobre todo, el miedo a ella, y la muerte como vacío, ausencia que dejan los que se han ido. Crea un nuevo espacio en la estructura familiar y muchas incógnitas.

También es un misterio y una desgracia, cómo no.

¿Qué lee Cristina Grande?

Muchas cosas, pero sin orden determinado. Bastante relato corto, mucha literatura escrita por mujeres, aunque me apasionan Vila-Matas, Chejov, Raymond Carver, un maestro auténtico.

Me gusta mucho Natalia Ginzburg, que para mí es como la maestra, la que me inspira muchas veces y ella también escribía mucho sobre relaciones, familia...Leo también mucha literatura de viajes, aunque confieso que "tochos" leo pocos, porque no soy tan constante. También leo mucho a mis amigos escritores, como se ve, todo muy arbitrario.

¿Cuáles son los nuevos proyectos que tiene en mente?

Colaboro con El Heraldo de Aragón desde hace seis años y me gustaría recopilar los artículos que escribo semanalmente. Además, me gustaría escribir otro libro de cuentos, quizás en torno al mundo del vino y las variedades de la uva para hacer un mosaico de paisajes, historias y viajes.

En cuanto a la novela...más tarde, o quizás al mismo tiempo que los cuentos, porque me gusta combinar la escritura en dos tiempos.

Se le acerca una época de promoción intensa...¿termina cansando?

Sí, a la larga la promoción desgasta, te dispersa y no te permite concentrarte en otras cosas. También está bien, por otro lado, conocer a gente, las opiniones de otras personas que han leído tu libro, otras ciudades...

Es cansado pero no me disgusta, eso sí, ¡lo peor son las fotos! (risas)

¿Y el contacto con los lectores?

Me gusta; he firmado en ferias, he ido a institutos y a bibliotecas de pueblos y clubes de lectura, donde encontramos a todo el espectro social. Siempre aprendes de la gente, te da visiones de tu obra que no te habrías imaginado y es que no sabes lo que has escrito hasta que los demás interaccionan con ella.

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